Gustaríache colaborar neste proxecto?
Queremos compartir convosco unha auténtica xoia documental: unha entrevista a Avelino Cachafeiro, o lendario Gaiteiro de Soutelo. Esta entrevista apareceu fotocopiada entre documentos cedidos pola súa familia, aínda que descoñecemos en que revista ou xornal foi publicada nin a súa data exacta.
Cómpre advertir que o texto chega con algunhas partes borrosas ou cortadas, polo que pode conter pequenos erros de transcrición. A pesar diso, consideramos de gran interese poder achegarnos un pouco máis á súa historia e coñecer de primeira man as súas palabras.
Se alguén dispón de máis información sobre a orixe ou contexto desta entrevista, animámolo a que nos escriba para seguir completando a memoria musical da Terra de Montes.
Ayer nos dijo...
UN COMPONENTE DEL GRUPO DE GAITEIROS DE "SOUTELO DE MONTES"
Acudió a Compostela para someterse a una intervención quirúrgica de la que se recupera, don Avelino Cachafeiro Bugallo, mayor de los tres hermanos que integraron el famoso grupo «Gaiteiros de Soutelo de Montes».
Cuenta con 72 años y, como es corriente en el decir popular, «está muy farruco».
Luce bien cuidado mostacho, de color rubio.
— Avelino, ¿tiene nostalgia por la gaita?
— ¡Como no!... Pero me la retiraron. De tenerla en casa, volvería a las andadas, y eso ya pasó.
— ¿Fue un buen gaiteiro?
— Las crónicas de mi tiempo lo afirmaron; pero esta fama corresponde a mis hermanos, de los cuales uno ha muerto.
— ¿Quienes formaron el grupo?
— Con nuestro padre, que atendía el bombo, Bautista (fallecido) y Castor, el benjamín, hoy residenciado en Venezuela, donde tener una escuela de gaiteiros, y cuenta con un grupo de veinte con los cuales periódicamente interviene en festivales.
— ¿Cómo formaron el grupo?
— No hicimos otra cosa que continuar la tradición. Nuestro abuelo fue gaiteiro.
— ¿Ganaron dinero?
— Bastante, aunque se gastó. Mucha ha sido la fama, que no se pagaba con dinero.
— ¿Cuándo se presentaron en público?
— Oficialmente, en un espectáculo serio, en un concurso que se celebró en Santiago con motivo de las Fiestas del Apóstol. Fue en 1924, y recuerdo que entonces Castelao, que estudiaba Medicina en Compostela, puso un dibujo en el fol de una de las gaitas, representando a Rosalía Castro. Obtuvimos el primer premio y recuerdo que la obra de obligada interpretación fue la «Alborada de Veiga».
— ¿Cuándo se deshizo el grupo?
— En 1936, hallándonos en Barcelona. Pasamos aún a Madrid, pero ya estaba decidida la desaparición del grupo.
— ¿Fueron buenos gaiteiros?
— Yo creo que sí.
— ¿No tiene nostalgia cuando escucha la gaita?
— Hay que vencerla. Uno ya es viejo.
— ¿Que hace ahora?
— Escribo. Soy poeta.
Y don Avelino Cachafeiro, que hace días acudió a la catedral para ganar el Jubileo, compuso esta poseía titulada «Compostela camiño de espiñas do amor»
Co amor do señor Santiaguiño
puxen os pes o camiño
pedindo pousado e limosna
pra pasar o meu camiño.
Pasei por Verín rezando,
mirando pra Monterrey,
sabe Dios doxe dun ano
se te pasari meu rey.
Camiño a Compostela
camiño de espiñas do amor,
vouche cos pes encertados
e na carne non sinto a delor.
Chegando o Cristo de Ourense
o milladoiro dos piligrinos,
Sandarei a Maiciña de Dios
a miño averson dos remedios.
Nas Caldas coida reu os pes
pra cruzar o Pico Sacro,
bouche apertar e bicar
o sepulcro de Santiago.
Ver o altiño o botafumeiro
ante o Apóstol aireandome
cos demás piligrinos amigos,
do amigo Xesús.
— Avelino; me han dicho que o grupo se dió a conocer en 1914.
— Exacto. Animábamos las romerías.
— ¿Recuerda la cantidad mayor que cobraron
— Remontándonos a 1925, quinientas pesetas. Más que una banda de música de treinta y cinco profesores.
— ¿Viajaron mucho
— Hemos recorrido toda Galicia, en la zona rural y en la ciudad.
— ¿No estuvieron en América
— Sí; fue en el año 1929, en que hicimos una gira artística por la Argentina. En el Teatro Avenida, teníamos un fin de fiesta, después de la actuación de una compañía de zarzuela. Recuerdo que para esta gira, Castelao y Camilo Díaz Baliño realizaron decorados de exaltación de Galicia.
— ¿Fue de éxito la gira?
— En sus dos aspectos, económico y artístico. Creo que hemos elevado el prestigio de Galicia.
— Y no cabe duda, hicieron llorar a los emigrantes.
— Pues sí, pero de alegría.
— ¿Por qué no tiene en sus casas una gaita?
— De tenerla, me obligarían a tocarla, y esto ya pasó.
— ¿Acaso no le queda folgo?
— El suficiente para recordar lo que fui.
— ¿Enseñó a interpretar el folklore galaico?
— A bastantes muchachos.
— ¿Y en la familia?
— Mis sobrinos optaron por fundar una orquesta.
Avelino puso punto final a la entrevista. En la evolución aún grata, se dejaba traslucir una queja: el paso de los años. Pero años, a la postre, de gloria. En ellos vibró a nosa terra con sus melodías.
REY ALVITE